Fundació Santa Susanna

José Antonio Serrano ponce

Lamentable!!! Que una persona que se ponga mala y te echen a la calle por eso.... para mi es la peor residencia .... mira que e trabajado en residencias pero esta es la peor .....

Nuria Gutiérrez

Mi padre está ingresado en la residencia Fundació Sta Susanna desde el 9 de enero de 2019. Hubo una época, cuando se encontraba en la planta 2, observamos que tenía varios hematomas en manos y brazos, pensábamos que podría ser debido a golpes que se daba o a algún tipo de medicación que le pudiera provocar dichos moratones. Una vez en la planta 0, donde se encuentra actualmente, esos hematomas desaparecen; creándose algunas dudas sobre la causa de los mismos, con lo que expresamos nuestra inquietud a dirección. En tres ocasiones se firmó que queríamos que le pusieran el cinturón de contención mientras permaneciera sentado en una silla, para evitar así una posible caída, ya que padece Alzheimer. Pero la mayoría de veces, cuando íbamos a buscarlo para salir a pasear, no lo llevaba puesto. ¡Y al final ocurrió lo que nos temíamos! El día 15 de junio, recién levantado de la siesta, las auxiliares lo ven aún "un poco adormilado", sientan a mi padre en una silla y deciden que NO es necesario ponerle el cinturón. La planta 0 se queda por unos momentos sin vigilancia y al regresar una de auxiliares de merendar, ve a un residente de espaldas que supuestamente se levanta, anda bordeando una mesa y cae sobre su cadera izquierda. Digo supuestamente, porque hablando con el personal de planta y dirección, están de acuerdo con la familia que el Sr. Gutiérrez muy difícilmente pueda levantarse y andar... ¿Quién olvidó ponerle el cinturón de contención, en el caso que mi padre se hubiese levantado y andado? A raíz de la última caída y tras 2-3 valoraciones médicas realizadas a mi padre, deciden darle un tratamiento anti-dolor del 15 de junio hasta el 21 de junio. Según el informe de la valoración médica del 17 de junio, el Sr Gutiérrez muestra signos de dolor a la palpación de la cabeza femoral, dolor a la flexión y rotación del miembro inferior izquierdo. Pero no es hasta el día 21 de junio que otra Dra detecta que el dolor está aumentando considerablemente y deciden derivarlo, por fin, a urgencias. Mi padre permanece 6 días en la residencia después de una caída con un diagnóstico de fractura de cadera! Tras 2 días en urgencias, finalmente lo operan. Mi padre permanece 8 días con una fractura de cadera antes de ser operado; teniendo en cuenta que cualquier fractura debe ser operada dentro de las 24-48h post-caída para evitar complicaciones. ¿No es de sentido común derivar a urgencias, a modo preventivo, a un residente que ha sufrido una caída sobre la cadera y que muestra signos de dolor a la palpación y a la movilidad durante 5 días post-caída y que además le cuesta comunicarse verbalmente debido a su enfermedad? Y después de lo ocurrido, te cuestionas: ¿Qué ha podido fallar? ¿No tienen en cuenta las peticiones de los familiares? ¿Será por falta de comunicación entre el personal: auxiliares, jefes de enfermería y dirección de la residencia? ¿Una mala praxis en la manipulación, transferencia de pacientes? ¿Falta de personal y el que ponen sin la formación adecuada para realizar este tipo de trabajo? Ahora el mal ya está hecho. Decepción, cólera e impotencia. Sin mencionar los daños colaterales ocasionados a los familiares, 24h de guardia en el hospital durante 7 días y la preocupación del post-operatorio, con riesgo importante de osteonecrosis con este tipo de intervención y más teniendo en cuenta que se trata de una persona de edad avanzada (85 años), con Alzheimer (poca colaboración) y sin apenas movilidad. Todo esto SE PODÍA HABER EVITADO si le hubieran puesto el cinturón de contención y si detrás hubiera habido un equipo competente y preparado para llevar a cabo las peticiones de los familiares, que sin duda alguna han hecho caso omiso. Familiares de Juan Gutiérrez

Maite p

Es un lugar q l'os familiares estan muy contentos x lo bien q tratan a nuestros seres queridos todas i todos l'os auxiliares i todos se portan muy bien com nuestros mayores son geniales todos yo estoy muy contenta 👍👍👍

Marta Marín

Con diferencia una de las peores residencias que puede existir. Mi madre sufre de esclerosis múltiple y solo tiene 60 años. Entro por la Generalitat a este sociosanitario. Desde el primer momento, conociendo a la trabajadora social ya se notan las malas maneras. Te hacen pagar 30€ para etiquetar la ropa (eso si, solo efectivo, en este caso el covid importa poco) para luego perderla, desteñirla, agujerearla, etc. A la hora de darle el alta y hacerle la maleta se podrían haber esmerado mas en por lo menos, no poner ropa de una tal Rosario. Voy a pensar que son tan inútiles que no saben ni leer. Tema llamadas; ya pueden saber usar su propio mobil, porque como tengas que llamar al teléfono de la residencia estas apañado (te comunicas antes con señales de humo). Tienes que ceñirte al horario de llamadas pero muchas veces ya hay algún residente hablando por lo que deberás colgar y probar en un rato. Cuando consigues hablar la situación tampoco es mucho mejor ya que a los 2 minutos vienen histéricas chillándole al enfermo de que necesitan el teléfono. Las comidas dan asco aunque te venderán la moto como si tuvieran estrella michelin. Mi madre cayó varias veces, recordemos que es una persona enferma y aveces cree que aún es capaz de andar sin ayuda, por lo que tuve que enterarme por ella de que la ESTABAN ATANDO sin mi consentimiento, cosa que por si no saben, ES ILEGAL. Cuando venía a verla y terminaba la hora de visita (45’) se la llevaban sin darme tiempo a decirle adiós. Muchos pensarán que estoy exagerando pero todo lo que explico es completamente cierto. Ahora esta en otro centro donde han llegado a decirme, sin yo contar nada, si lo ha pasado mal en otro sitio ya que venía con miedo de hablar, moverse o pedir nada. Los animales se comportan mejor que cualquier “persona” que trabaja aquí (a excepción de dos personas que siempre fueron amables). Se resguardan gracias al covid ya que no puedes subir a las habitaciones y te tienes que fiar de su palabra. Habría que ser tonto para hacerlo. A la trabajadora social sólo decirle que si no esta contenta con su trabajo que se busque otro y que deje su lugar a alguien con vocación de verdad. Con la mirada paga. A lo mejor así todos podríamos ser más felices. Espero que este comentario sirva para hacer cambiar de idea a quien quiera meter a su familiar ahí. Si lo quieren de verdad, buscarán otro centro. Espero que no se borre el comentario porque voy a volver a publicarlo las veces que haga falta hasta el día que me muera.